Kaisen es
la expresión utilizada para definir el modelo (o filosofía) japonés de gestión
y calidad. Traduce la mejora continua de los procesos productivos a través de
la introducción permanente de pequeñas correcciones, que a pesar de asequibles
y de implementación sencilla, conducen a la reducción de costes, mejoría de la
calidad y/o aumento de la productividad y eficiencia.
Representa,
por lo tanto, el principal principio de la Gestión de Calidad Total (abreviada
TQM, del inglés Total Quality Management). De acuerdo con el TQM, la mejoría
continua de los procesos, aunque deba ser conducida por los gestores de alta
dirección, sólo podrá alcanzar el suceso si coexistieren el envolvimiento y la
colaboración de todos los miembros de la organización. El principio básico del
Kaisen es, por eso, el de incentivar los colaboradores a, permanentemente,
poner en cuestión los procesos de la organización como forma de identificar
áreas de potencial mejora.
Aplicaciones del Kaisen
El Kaisen
se puede aplicar a todos los procesos interiores a la organización, como sean
el layout de la línea de producción, las adquisiciones, los aprovisionamientos,
los procesos de control de calidad, los procesos de fabricación, el servicio al
cliente, entre muchos otros.
Kaizen es
lo opuesto a la complacencia. Kaizen es un sistema enfocado en la mejora
continua de toda la empresa y sus componentes, de manera armónica y proactiva.
El Kaizen
surgió en el Japón como resultado de sus imperiosas necesidades de superarse a
si misma de forma tal de poder alcanzar a las potencias industriales de
occidente y así ganar el sustento para una gran población que vive en un país
de escaso tamaño y recursos. Hoy el mundo en su conjunto tiene la necesidad
imperiosa de mejorar día a día. La polución ambiental, el continuo incremento
de la población a nivel mundial y el agotamiento de los recursos tradicionales
más fácilmente explotables, hacen necesaria la búsqueda de soluciones, las
cuales sólo podrán ser alcanzadas mediante la mejora continua en el uso de los recursos
en un mundo acostumbrado al derroche y el despilfarro.
La
pobreza y las hambrunas no tienen su razón de ser más que por la falta de ética
de los gobernantes y líderes mundiales, pues no es necesario utilizar costosas
tecnologías, ni sistemas complejos de administración para implementar métodos
que permitan mejorar de forma continua los niveles de eficiencia y efectividad
en el uso de los recursos.
Si a lo
expresado anteriormente se le agrega los profundos cambios que están
aconteciendo a nivel mundial con las caídas de todas las barreras comerciales,
tanto legales y políticas, como físicas, producto ello de las modificaciones
políticas, culturales y tecnológicas, nos encontramos actualmente con economías
totalmente globalizadas. El entorno tanto para las grandes empresas, como para
las medianas y pequeñas, y sea cual sea su tipo de actividad está cambiando a
un ritmo muy veloz. Dentro de este marco, empresas e individuos deben adaptarse
a los nuevos retos, capacitándose y poniéndose al día con los cambios
tecnológicos y adoptando una nueva visión del comercio y del mundo.
Dentro de
esa nueva visión, la necesidad de satisfacer plenamente a los consumidores y
usuarios de productos y servicios, la creatividad puesta al servicio de la
innovación, y el producir bienes de óptima calidad y al coste que fija el
mercado, son los objetivos a lograr.
Estos
objetivos no son algo que pueda lograrse de una vez, por un lado requiere
concientización y esfuerzo constante para lograrlos, pero por otro lado,
necesita de una disciplina y ética de trabajo que lleven a empresas, líderes y
trabajadores a superarse día a día en la búsqueda de nuevos y mejores niveles
de performance que los mantengan en capacidad de competir.
No tomar
conciencia de estos cambios y necesidades, llegará a ser letal para todos
aquellos que no lo comprendan y entiendan debidamente. Enormes masas de
individuos luchan todos los días para subsistir en el mundo, y para ello tratan
de vender mejores y más económicos productos y servicios. Para ello utilizan
todos los medios a su alcance, si un guerrero para sobrevivir se entrena
diariamente, tratando de mejorar porque en ello está depositado su
supervivencia, de igual forma empresas e individuos deben entrenarse y mejorar
día tras días, pues en ello también está depositado su supervivencia. Lograr
alimentarse, vestirse, curarse y tener un techo no es algo que nadie regala,
los que ya lo han entendido así están plenamente en carrera, muchos aún no lo
han comprendido.
El Kaizen
no sólo debe ser comprendido por los empresarios y trabajadores, sino también
por los gobernantes, educadores, estudiantes y formadores de opinión. El Estado
no sólo debe mejorarse asimismo, sino que además debe fomentar y capacitar a
sus ciudadanos para lograr la mejora continua como única alternativa posible en
un mundo en la cual no hay alternativas.
El mundo
ha comenzado a ser invadido por productos de países como China, India,
Tailandia, Malasia, Indonesia y Pakistán entre otros. Algunos, aún ni siquiera
saben donde se ubican esas naciones en el mapa, y ello es grave. En una época
de grandes bloques y luchas comerciales, en una época de rápido crecimiento del
comercio mundial ya no es válido ni sirve desconocer a los restantes
competidores. Tratar de cerrarse al mundo como muchos pregonan es
extremadamente peligroso, puede llevar a la agonía de un país o región en el
mediano o largo plazo. Hay dos tipos de países aquellos que mejoran día a día,
comerciando y compitiendo a nivel mundial, logrando de tal forma mejorar sus
niveles de vida y confort, y aquellos otros que negándose obcecadamente al
cambio y a la integración al mundo, pierden de forma continua sus niveles de
vida y capacidad de competir.
En un
mundo de rápidos cambios y transformaciones, tecnológicas, culturales,
políticas y sociales, no poner el máximo esfuerzo en adaptarse rápidamente a
ellos constituye una actitud que podría catalogarse o bien de soberbia o lisa y
llanamente de estúpida.
La primer
gran conmoción económica tuvo lugar en 1973 cuando luego de un período muy
extenso el precio del petróleo sufrió una estrepitosa suba que hizo poner en
jaque a las economías occidentales, basadas ellas en una amplia utilización del
petróleo como insumo para la producción de energía. Dentro de ese marco
salieron triunfantes las empresas más flexibles al cambio y con mayor capacidad
y velocidad de adaptación. Las grandes fábricas norteamericanas tanto de autos
como de electrodomésticos sujetas a los anteriores paradigmas sufrieron el
fuerte embate de las empresas japonesas, capacitadas éstas para asombrar a los
consumidores americanos y europeos con artículos sofisticados y de precios
mucho más accesibles.
Esa gran
capacidad de las empresas japonesas se debió a la utilización del sistema
Kaizen, el cual basado en una filosofía y haciendo uso de innumerables
herramientas, métodos e instrumentos administrativos tomaron por asalto no sólo
a las corporaciones americanas, sino también a sus concepciones de management.
Así una a
una las industrias occidentales en materia automotriz, motos, relojería,
cámaras fotográficas y de video, fotocopiadoras, entre muchas otras fueron
cayendo bajo las competidoras japonesas. Empresas como Toyota, Honda, Mazda,
Isuzu, Suzuki, Yamaha, Kawasaki, Mitsubishi, Olimpia, Minolta, Bridgestone ,
Subaru, Canon, Matsushita, Konica, Sharp, Sanyo, Casio, Seiko, Orient, NEC,
JVC, National, Hitachi, Daihatsu, Fuji Electric, Fujitsu, Ricoh, Nissan, Nipón
Steel, Pentel, Komatsu, entre otras muchas, invadieron y desplazaron a las
marcas occidentales en las vidrieras y gustos del público. Productos que eran
considerados baratos y de baja calidad, pasaron a ser demostrativos de nivel,
poseyendo un alto valor de mercado, debido a la alta relación calidad – precio.
El país
que hasta hace poco tiempo recibía a los grandes gurúes de occidente en materia
de calidad, tales como Deming y Juran, ahora exportaban sus asesores y
conocimientos a las naciones occidentales. Entonces cobraron renombre figuras
tales como Ohno, Imai, Ishikawa, Shingo, Mizuno, Taguchi, Otha y Karatsu.
Igual
ejemplo y disciplina por la mejora en la calidad y productividad siguieron
países como Corea del Sur, Singapur y Hong Kong.
Hacer
posible la mejora continua y lograr de tal forma los mas altos niveles en una
serie de factores requirió aparte de constancia y disciplina, la puesta en
marcha de cinco sistemas fundamentales:
1.
Control de calidad total / Gerencia de Calidad
Total
2.
Un sistema de producción justo a tiempo
3.
Mantenimiento productivo total
4.
Despliegue de políticas
5.
Un sistema de sugerencias
6.
Actividades de grupos pequeños
Para los
japoneses, calidad significa ser "adecuado para uso de los
consumidores". La innovación técnica se propone corregir el producto desde
el punto de vista del consumidor y no es una finalidad en sí misma.
Uno de
los principios de la gerencia japonesa ha sido el control de calidad
total (TQC) que, en su desarrollo inicial, hacía énfasis en el control
del proceso de calidad. Esto ha evolucionado hasta convertirse en un sistema
que abarca todos los aspectos de la gerencia, y ahora se conoce comogerencia
de calidad total (TQM). La gestión de calidad total es una manera de
mejorar constantemente la performance en todos los niveles operativos, en cada
área funcional de una organización, utilizando todos los recursos humanos y de
capital disponibles. El mejoramiento está orientado a alcanzar metas amplias,
como los costes, la calidad, la participación en el mercado, los proyectos y el
crecimiento.
La
gestión de calidad total es una filosofía así como un conjunto de principios
rectores que representa el fundamento de una organización en constante
mejoramiento. La gestión de calidad total consiste en la aplicación de métodos
cuantitativos y recursos humanos para mejorar el material y los servicios
suministrados a una organización, los procesos dentro de la organización, y la
respuesta a las necesidades del consumidor en el presente y en el futuro. La gestión
de calidad total integra los métodos de administración fundamentales con los
esfuerzos de perfeccionamiento existentes y los recursos técnicos en un enfoque
corregido, orientado al mejoramiento continuo.
Considerar
el movimiento TQC / TQM como parte de la estrategia kaizen nos da una
comprensión más clara del enfoque japonés. La gestión de calidad japonesa no
debe considerarse estrictamente como una actividad de control de calidad, sino
como una estrategia destinada a servir a la gerencia para lograr mayor
competitividad y rentabilidad, logrando de tal forma a mejorar todos los
aspectos del negocio.
Un
programa de gestión de calidad requiere:
1.
La dedicación, el compromiso y la participación de
los altos ejecutivos.
2.
El desarrollo y mantenimiento de una cultura
comprometida con el mejoramiento continuo.
3.
Concentrarse en satisfacer las necesidades y
expectativas del consumidor.
4.
Comprometer a cada individuo en el mejoramiento de
su propio proceso laboral.
5.
Generar trabajo en equipo y relaciones laborales constructivas.
6.
Reconocer al personal como el recurso más
importante.
7.
Emplear las prácticas, herramientas y métodos de
administración más provechosos.
Hacer
posible la visión estratégica de la calidad requiere de numerosas herramientas
y metodologías, entre las cuales tenemos:
1.
Orientación hacia el proceso, antes que simplemente
orientación al resultado. Al estar orientados hacia el proceso, podemos influir
sobre el resultado en una etapa preliminar. La orientación hacia el proceso
exige que nos replanteemos por qué las cosas se hacen de determinada manera. Al
mejorar la calidad del proceso se mejora la calidad del resultado.
2.
Iniciar la puesta en práctica desde arriba e
involucrar a todos. La gestión de calidad debe ser instrumentada previamente en
los altos niveles gerenciales y fluir a través de la estructura de la
organización como una cascada. Este despliegue garantiza que los ejecutivos
puedan comprender, demostrar y enseñar los principios y métodos de la gestión
de calidad, antes de esperar encontrarlos y evaluarlos en su personal. El
efecto de cascada también debe alcanzar a los proveedores.
3.
Compromiso de los altos niveles gerenciales. Este
liderazgo asegura un firma y envolvente compromiso hacia el mejoramiento
sostenido. La disminución de los costes, la conformidad con los programas, la
satisfacción del consumidor y el orgullo por la tarea realizada, todo surge de
una abierta dedicación al mejoramiento permanente. Una demostración de este
compromiso es el hecho de operar sobre la base de sugerencias para hacer
posible los cambios.
4.
Una comunicación vertical y horizontal eficaz y sin
trabas. Utilizar este tipo de comunicación es fundamental para los esfuerzos de
mejoramiento sostenido. Los métodos de la gestión de calidad apuntan a eliminar
las trabas en la comunicación, facilitando el flujo de información
bidireccional entre los líderes y sus subordinados. Ello garantiza que las
metas y objetivos de la empresa se puedan definir claramente y difundir a
través de toda la organización. Para fomentar la comunicación vertical y
horizontal se dispone de una amplia serie de herramientas y técnicas.
5.
Mejoramiento continuo de todos los productos y
procesos, internos y externos. El objetivo fundamental de la gestión de calidad
es el mejoramiento continuo de cada aspecto de la propia tarea. Dicho objetivo
se implementa a través de un método corregido y ordenado a fin de perfeccionar
cada proceso. En la gestión de calidad el énfasis está puesto en la prevención
de las fallas, a través de herramientas de identificación de problemas y de
resolución de los mismos.
6.
Constancia de los objetivos y una visión
compartida. Un conjunto de principios o un objetivo común debe guiar a toda
organización. Cualquiera que sea su objetivo, todo el personal debe conocerlo y
trabajar en pos de él. La coherencia es primordial, las metas discordantes
llevarán al fracaso.
7.
El cliente manda. El cliente es lo que más importa,
ya se trate de un cliente interno o un cliente externo. Cada trabajador es, de
algún modo, un cliente. Los consumidores o usuarios deben ser identificados, y
sus necesidades, aspiraciones, expectativas y deseos claramente delineados y
satisfechos. Los consumidores y sus necesidades son la única razón por la cual
existe una empresa.
8.
La inversión en personal. La más importante y valiosa
inversión de toda empresa es su personal. Los trabajadores constituyen el
componente esencial para el proceso de mejoramiento continuo. La capacitación,
la formación de equipos, y el mejoramiento de las condiciones de trabajo son
elementos importantes para crear una situación en la cual los empleados puedan
prosperar, obtener experiencia y capacidad, y contribuir al crecimiento de la
empresa en escala progresiva.
9. La
gestión de calidad se inicia y concluye con la capacitación. Es necesario
capacitar permanentemente a todo el personal. Puede resultar conveniente
promover las habilidades de índole afectiva, como la comunicación verbal o
escrita y los conceptos de formación de equipos; o incrementar las habilidades
cognoscitivas, como el control estadístico de la calidad.
10. Dos
cabezas piensan mejor que una. Sin trabajo en equipo, la gestión de calidad
está destinada al fracaso antes de que pueda ser puesta en práctica. Los
equipos modernos funcionan en conjunto, como una sola entidad, y no como un
comité donde uno o determinados miembros hacen o dirigen la tarea.
11. Todos
participan en la determinación y comunicación de las metas. Los empleados
tienen que compartir las metas que se han fijado. Los demás deben estar al
tanto de las metas que pueden afectarles.
La
gestión de la calidad para el kaizen implica tanto el despliegue de políticas,
como la construcción de sistemas de aseguramiento de calidad, estandarización,
entrenamiento y educación, administración de costos y círculos de calidad.
"La
calidad es primero, no las utilidades". Este refrán quizá revele la
naturaleza del CTC (Control Total de Calidad) y de Kaizen mejor que cualquier
otra cosa que revele la convicción en la calidad por el bien de la calidad y de
Kaizen por el bien de Kaizen. El CTC incluye cosas tales como seguridad en la
calidad, reducción de costos, eficiencia, cumplir con los programas de entrega
y seguridad. La calidad se refiere al mejoramiento en todas las áreas.
En las
empresas japonesas, este esfuerzo por mejorar la calidad del producto también
se aplica al control de calidad en el proceso de producción, haciéndose uso
para ello de varios tipos de control de calidad. El concepto de "cero
defecto" tiene por objeto identificar las raíces de una producción
inadecuada hasta lograr una casi total ausencia de fallas. La técnica de los
"círculos de control de calidad" tiene entre sus propósitos
proporcionar canales de comunicación y un vocabulario común para estimular a
los trabajadores a sugerir ideas creativas encaminadas a mejorar los productos
y los procesos.
Dado que
los trabajadores son capacitados para hacer varios trabajos, el control de
calidad implica que deben comenzar su trabajo inspeccionando las labores
realizadas en el puesto de trabajo anterior. Como consecuencia de estas
medidas, los inspectores de control de calidad que se encuentran al final de la
línea detectan defectos por millón de oportunidades.
REFERENCIAS:
1. Kaizen [En línea]. Consultado el 30 de
Septiembre del 2012. Disponible en: http://www.knoow.net/es/cieeconcom/gestion/kaisen.htm
2. Analizando Kaizen [En línea].
Consultado el 30 de Septiembre del 2012. Disponible en: http://www.degerencia.com/articulos.php?artid=305
3. Kaizen [En línea]. Consultado el 30 de
Septiembre del 2012. Disponible en: http://www3.unileon.es/pecvnia/pecvnia07/07_285_311.pdf
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